La Xunta propone intercambiar las viviendas de Novo Mesoiro y Eirís adjudicadas a más de veinte chabolistas por otras situadas en diferentes zonas de A Coruña para evitar la concentración de residentes en Penamoa. El delegado territorial de la Xunta de Galicia, Diego Calvo, reconoció a los representantes vecinales de ambos barrios que las listas de adjudicatarios de los pisos elaboradas por el Ayuntamiento están "administrativamente" bien hechas. El Gobierno gallego, por tanto, aceptará los expedientes que le remitió el Concello y otorgará las viviendas por sorteo a los 256 beneficiarios, entre los que hay, según los afectados, más de veinte chabolistas.

Los portavoces vecinales aseguran que la solución que les propuso Calvo es permutar las viviendas de Novo Mesoiro y Eirís por otras ubicadas en otras zonas. El Ayuntamiento tendría que colaborar con el Gobierno gallego para llevar a cabo este proceso. "El Concello tendría que poner a disposición de los adjudicatarios otras viviendas y los chabolistas tendrían que aceptar el cambio", asegura uno de los afectados. Las asociaciones de residentes en Novo Mesoiro y Eirís están de acuerdo con la permuta de los pisos y subrayan que es una "barbaridad" recolocar a más de veinte familias de Penamoa en los dos barrios.

El Ayuntamiento insiste en que no realojará a ningún vecino del poblado en estas zonas porque no están "consolidadas" e "incumplen los requisitos" exigidos por los técnicos de Servicios Sociales. Los chabolistas que se inscribieron en el plan de integración del Concello están siendo recolocados en diferentes zonas de A Coruña y del área metropolitana. Fuentes municipales exigen a la Xunta que reconozca que el Ejecutivo local no utilizó las listas de adjudicatarios de las viviendas de Novo Mesoiro y Eirís para realojar de forma encubierta a chabolistas y que los expedientes están realizados de acuerdo con los baremos de la Xunta.

El Ayuntamiento, además, solicita al Gobierno gallego que entregue los pisos de promoción pública de Mesoiro y Eirís a sus adjudicatarios. El Concello recalca que el pasado 10 de marzo emitió la licencia de primera ocupación de los inmuebles y que desde entonces los beneficiarios esperan a que la Xunta realice el sorteo para entrar en sus casas. La Concejalía de Servicios Sociales culpa a la Xunta del retraso en la entrega de los pisos.

Los residentes en Novo Mesoiro solicitaron ayer una reunión de "urgencia" con el alcalde, Javier Losada, para pedirle explicaciones sobre las listas de adjudicatarios de las viviendas realizadas por el Ayuntamiento. Los representantes de los vecinos recuerdan que el regidor les prometió en abril de 2008, después de que convocasen numerosas manifestaciones, que "ningún chabolista de Penamoa" viviría en Novo Mesoiro. Los afectados suspendieron las movilizaciones tras el anuncio del alcalde. El delegado de la Xunta aseguró el martes a los vecinos que la promesa de Losada es "imposible de cumplir" y que los adjudicatarios de las viviendas residirán en el barrio porque las listas de beneficiarios cumplen los requisitos administrativos.

Calvo explicó a los afectados que el Gobierno gallego sorteará los pisos sociales de Mesoiro y Eirís entre los adjudicatarios, entre los que hay más de veinte chabolistas. La Asociación de Vecinos de Novo Mesoiro estudia los documentos para comprobar si los pisos deben sortearse. La mayoría de los residentes en la zona son partidarios de convocar manifestaciones contra el Ayuntamiento.

Los vecinos de O Ventorrillo se concentraron ayer a la entrada de Penamoa para exigir al Ayuntamiento y a la Xunta que erradique el tráfico de drogas en el asentamiento. La policía impidió que los asistentes a la manifestación accediesen al poblado porque había riesgo de que se enfrentasen con los chabolistas, que salieron a insultar a los vecinos. "Me dijeron que era peligroso", reconoció la presidenta de la Asociación de Vecinos de O Ventorrillo, Rosa Barreiro, quien asegura que los participantes en la protesta estaban dispuestos a "entrar en Penamoa". Los residentes en las barracas se concentraron a la entrada del poblado, donde acudieron patrullas de la Policía Nacional y Local, para reprochar a los vecinos que se manifestasen.

Doscientos residentes en el barrio que está pegado al poblado y vecinos de otras zonas de A Coruña que apoyaron la concentración caminaron desde el local de la entidad vecinal hasta el inicio del asentamiento para exigir a la administración que actúe contra el tráfico de estupefacientes. "Queremos que Penamoa sea igual que los Cantones y que la gente pueda pasear por allí como por cualquier otro sitio", subraya Barreiro, quien denuncia que hay "una mafia" en el asentamiento que se dedica al narcotráfico. La entidad vecinal convocó este año varias manifestaciones para solicitar al Concello, a la Xunta y al Gobierno que erradiquen la venta de estupefacientes. La presidenta del colectivo anuncia que estudian tomar "otras medidas" si la situación no cambia y que realizarán nuevas protestas.

"Los traficantes tienen que estar en la cárcel", destaca la representante de los vecinos de O Ventorrillo. Barreiro denuncia que personas que no viven en el asentamiento suben todos los días para vender droga y destaca que no está en contra de los realojos que realiza el Ayuntamiento. "La mayoría de los del poblado están en contra de las drogas, pero no lo dicen por temor a represalias", recalca la portavoz de los afectados.

La policía impide entrar en Penamoa a los vecinos que protestan contra las drogas

Los vecinos de O Ventorrillo se concentraron ayer a la entrada de Penamoa para exigir al Ayuntamiento y a la Xunta que erradique el tráfico de drogas en el asentamiento. La policía impidió que los asistentes a la manifestación accediesen al poblado porque había riesgo de que se enfrentasen con los chabolistas, que salieron a insultar a los vecinos. "Me dijeron que era peligroso", reconoció la presidenta de la Asociación de Vecinos de O Ventorrillo, Rosa Barreiro, quien asegura que los participantes en la protesta estaban dispuestos a "entrar en Penamoa". Los residentes en las barracas se concentraron a la entrada del poblado, donde acudieron patrullas de la Policía Nacional y Local, para reprochar a los vecinos que se manifestasen.

Doscientos residentes en el barrio que está pegado al poblado y vecinos de otras zonas de A Coruña que apoyaron la concentración caminaron desde el local de la entidad vecinal hasta el inicio del asentamiento para exigir a la administración que actúe contra el tráfico de estupefacientes. "Queremos que Penamoa sea igual que los Cantones y que la gente pueda pasear por allí como por cualquier otro sitio", subraya Barreiro, quien denuncia que hay "una mafia" en el asentamiento que se dedica al narcotráfico. La entidad vecinal convocó este año varias manifestaciones para solicitar al Concello, a la Xunta y al Gobierno que erradiquen la venta de estupefacientes. La presidenta del colectivo anuncia que estudian tomar "otras medidas" si la situación no cambia y que realizarán nuevas protestas.

"Los traficantes tienen que estar en la cárcel", destaca la representante de los vecinos de O Ventorrillo. Barreiro denuncia que personas que no viven en el asentamiento suben todos los días para vender droga y destaca que no está en contra de los realojos que realiza el Ayuntamiento. "La mayoría de los del poblado están en contra de las drogas, pero no lo dicen por temor a represalias", recalca la portavoz de los afectados.